lunes, 23 de abril de 2012

El contenedor como vivienda


Hay que reconocer que existen multitud de métodos constructivos basados principalmente en la formación de su estructura, ya sea de hormigón armado in-situ, de hormigón prefabricado, metálica, de madera, de mampostería, poliestireno estructural, muros de carga, polimuro, steel frame, contenedores de hormigón, contenedores marinos, etc., pero todos tienen las mismas terminaciones interiores, exteriores, instalaciones, carpinterías, etc.



En el caso de los contenedores marinos, éstos responden a las normas ISO20 e ISO40 que estandarizan no solo sus medidas, sino la posición y tipo de anclajes de estiba y la resistencia de su estructura (soportan hasta 10 veces su peso), de modo que garantizan a las navieras, que puedan estibar tranquilamente contenedores repletos de producto en varias alturas, sin que los de abajo se aplasten y que la unión por los anclajes entre ellos es fiable, de tal forma que no se muevan, aunque un golpe de mar haga balancear la torre de contenedores apilados. 


student housing Keetwonen air view


Por otra parte, para asegurar su duración y proteger adecuadamente la mercancía que transportan, las paredes de los contenedores son de chapa de acero CORTEN, de alta resistencia a la corrosión.



Aprovechando estas propiedades, varios estudios de diseñadores y arquitectos han diseñado y edificado viviendas, edificios, hoteles, centros de estudiantes realizadas con contenedores unidos entre sí, basta el ejemplo de Container City en Londres (Inglaterra), Silodam sobre el río Ij en Amsterdam (Holanda), Keetwonen en Amsterdam (Holanda). 




Se pueden apilar hasta 5 contenedores sin refuerzos estructurales, lo que supera la necesidad de cualquiera que quiera hacerse una vivienda por este método en una parcela y son lo suficientemente rígidos para hacer volar un quinto de un contenedor sobre otro, sin que se deformen.




Siempre que se respete los elementos estructurales del contenedor, se pueden cortar con radial las paredes, el suelo y el techo, para crear las puertas de paso, ventanas, así como, los pasos de las instalaciones.

Perforados en donde corresponda y estibados según el esquema previsto, solo falta el tabicado interior, forrado exterior incluyendo en el espacio intermedio el aislamiento térmico y acústico, las instalaciones de electricidad, fontanería, saneamiento, climatización, telecomunicaciones y la cubrición de las juntas entre contenedores con un sistema que asegure su estanquidad actual y futura. 







 
La casa está finalizada y hasta como indican las fotos, se puede entrar a vivir. No existe diferencia con cualquier otro tipo de construcción.

La ventaja de este sistema constructivo radica en que toda la fabricación se realiza en taller, con la consiguiente reducción de tiempo en su ejecución y con una mejora sustancial en los acabados, al estar realizado por personal especializado.

Una vez terminados los trabajos en taller, los módulos se transportan hasta su ubicación definitiva, donde se montarán según la concepción adoptada y se procederá a su conexionado con las acometidas a los servicios generales (agua, alcantarillado, electricidad, telefonía, etc.).








Hay que entender que los contenedores marítimos funcionan únicamente como estructura portante de la vivienda (igual que una vivienda con estructura metálica), siendo necesario la ejecución de los mismos trabajos que en una edificación tradicional.

Con esto quiero decir que los costes no son tan baratos como se quiere hacer ver en multitud de páginas web, de aproximadamente 300 €/m2, ya que la vivienda tiene las mismas divisiones que una vivienda normal, con los mismos acabados, sanitarios, griferías, cocina, y lo único que se sustituye es su estructura, más barata que una tradicional al reciclar una existente y que suele representar el 20% del coste de la edificación. Tengamos en cuenta que el coste de edificación tradicional actual en altura de calidad media está en torno a los 700 €/m2, por lo que el precio real de este tipo de edificaciones ronda los 500 €/m2. En el caso de edificación tradicional unifamiliar, el precio se incrementa llegando a los 900 €/m2, mientras que el coste con contenedores marítimos es de unos 700€/m2. Todos estos precios se pueden incrementar dependiendo de la calidad elegida.

Otras de las ventajas significativas que se presentan en este tipo de edificaciones es su movilidad, permitiendo su fácil desmontaje, reubicación en otro solar y posterior montaje sin presentar ningún tipo de menoscabo en las condiciones de habitabilidad de la vivienda.

Hay que añadir una de las ventajas más importantes en cuanto a protección del medio ambiente y es el reciclado de los cientos de miles de contenedores marítimos que se encuentran almacenados, casi abandonados, en los muelles de los puertos, así como los mínimos residuos que se generan al transformarlos y adaptarlos como vivienda.