El
joven camionero de 21 años Malcom
McLean original de Nueva
Jersey (Estados Unidos) en el año 1937 ha sido el padre de la
containerización,
unidad de carga que hoy conocemos como contenedor
o container en
su lenguaje universal.
Mientras esperaba en la zona
portuaria de Carolina del Norte su momento para entregar la carga del
vehículo, observaba una descarga de fardos de algodón por los estibadores,
quienes movían la mercancía de un lado a otro trabajosamente: de los camiones a
las eslingas del buque, donde posteriomente otros operarios las ubicaban en las
bodegas. Parecía un trabajo donde se perdía tiempo y dinero -pensó-, ¿y si mi
camión pudiera subirse con todo su volumen a bordo de una sola vez?
Malcom
Mc Lean ha pasado de ser un inventor a emprendedor
para finalmente acabar siendo el gran empresario del transporte
por carretera, logrando subir la carga
completa al buque mediante el contenedor.
El primer transporte del contenedor fue en el año 1956, el trayecto iba desde New York hasta Houston.
El
origen de los contenedores es casi tan antiguo como el transporte, el
desarrollo como unidad de carga comienza tras la II
Guerra
Mundial. Hasta ese momento cada naviera construía los
contenedores de acuerdo a sus necesidades, en la década de los 60 aparece la
creación de las nuevas instituciones con una finalidad única: normalización de los contenedores.
Así en el año 1965, la ISO
(International Standard
Organization) normaliza el contenedor
en aspectos como diseño, capacidad de carga, dimensiones, y demás cualidades.
En los años sucesivos arrancó el verdadero movimiento del contenedor,
empleado en navegación y transporte
intermodal, después de un duro trabajo de ajuste en cuanto a instalaciones portuarias,
buques, y todo lo relativo al transporte interno para su correcto uso y
movilidad.
Hay
varias definiciones del contenedor existentes en diversos ámbitos:
La
normativa ISO
registrada en la norma UNE 49-751 lo define como un instrumento de transporte
que reúna las siguientes características:
- Concebido para facilitar el transporte de mercancías, sin rotura de cargo, por uno o varios modos de transporte.
- Provisto de dispositivos que permitan su manipulación.
- Suficientemente resistente para permitir su uso repetido.
- Volumen interior de un metro cúbico como mínimo.
- Creado de forma que resulte fácil su carga y descarga.
El
Convenio
Aduanero de Ginebra, de 8 de mayo de 1956, lo define:
Instrumento
de transporte portátil o móvil de carácter permanente, apto para su uso
reiterado y para el transporte de mercancías a granel o ligeramente embaladas,
especialmente con propósito de transporte sin manipulaciones intermedias, por
medio de un transporte cualquiera o la combinación de varios de ellos.
La Ordenanza de Aduanas de España en su artículo 138, apartado C, lo
expresa:
Un
elemento (cajón portátil, cisterna movible o análogo) que tenga carácter
permanente y sea, por esta razón, lo suficientemente resistente para facilitar
el transporte de mercancías sin rupturas o interrupción de carga, en forma
reiterada, por ferrocarril, camión u otro medio cualquiera, que se encuentre
dotado de los dispositivos, que faciliten su manipulación en caso de
transporte, resulte sencillo llenarlo o vaciarlo, que ostente marcas o señales
para su perfecta identificación y que tenga, por lo menos, un metro cúbico de
cabida.
El
Convenio Internacional sobre la Seguridad de los Contenedores
(CSC), lo expresa en los siguientes términos:
Como
contenedor
se entiende un elemento de equipo de transporte:
- De carácter permanente, y por lo tanto, suficientemente resistente para permitir su empleo repetido.
- Especialmente ideado para facilitar el transporte de mercancías, por uno o varios modos de transporte, sin manipulación intermedia de la carga.
- Construído de manera que pueda sujetarse y/o manipularse fácilmente, con cantoneras para este fin.
- De un tamaño tal que la superficie delimitada por las cuatro esquinas inferiores exteriores sea: por lo menos de 150 pies cuadrados (14 m²) o, por lo menos de 75 pies cuadrados (7 m²), si lleva cantoneras superiores.
Los
contenedores una vez que están llenos se colocan como máximo a una altura de
cinco niveles. Actualmente son reutilizados,
debido al incremento de su utilización bien en transporte marítimo o terrestre
de mercancías. Su vida
útil varía entre 6 y 15 años.
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